viernes, abril 21, 2006

En primera Conjugación



En primera conjugación

llamar un día a la misma puerta
descubriendo
qué se esconde detrás de los cerrojos

encontrar el rumor del ansia
que crece
en la hora de todas las alegrías

mirar en la piel el espejo
de las sombras que llegan
-en un desfalleciente desvarío

y en medio de toda conjugación

tropezar con tus ojos
-saberte lejano

perdido quizás entre las brumas
de las lágrimas nocturnas
de quién sabe quién las vierte

morir un poco después
-vivir de nuevo-
al saborear el noctámbulo soñar
de las auroras


Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: en medio de la rumorosa voz del manantial que pasa por mi lado.
Abril 20 de 2006

lunes, abril 17, 2006

Una historia sin tiempo




Quedaron atrás los imposibles. En la semiobscuridad melancólica del día, el Tiempo Perdido se miró en el espejo azul del horizonte. Auscultó con la minuciosa atención de quien despierta de un largo sueño, el ropaje que lo revestía. Miró asombrado los harapos, los jirones que dejaron las horas pasadas, las horas que quedaron detenidas e inconclusas en medio de todas las ternezas, en medio de un amor que pudo ser…pasión, temblor de vientre o carne encendida en el sudor de los poros.



Pasaba el Tiempo Perdido su mano temblorosa por las desgarraduras que dejaron los instantes que pujaron por nacer, en alguna ilusión que se hizo verso, en una promesa incumplida y hasta quizás, en la fantasía primigenia de un niño que pudo llamarse hijo.



Su faz se reflejaba cada vez más triste en el espejo azul del horizonte. Apesadumbrado, bajó su rostro y en medio de la noche que llegaba con la tozuda necedad de sus negros pesares, una luz olvidada de repente fue fulgor en su pecho. En su costado izquierdo comenzaba a palpitar un corazón que destellaba una luz nueva, renacida de los ayes perdidos, de los silencios ahogados, de la voz muda en los oídos sordos de quien nunca escuchó el poema de la vida prometida. Sonrió el Tiempo que ya no se llamó Perdido. Quedaron atrás los imposibles. La Esperanza volvió a iluminar su paso por la vida.








Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al encontrar en medio de tanto desatino, quizás el candil que ilumine, el final de los tiempos.
Abril 16 de 2006


lunes, abril 10, 2006

Otoñales


Otoñales

transito los campos otoñales
en el tiempo de la primavera

avanzo
impávida
augustamente
entre los colores
que deja la luz sobre mis hombros

fui
blanco
luego rosa

_y regreso

vestida del color de los árboles
que habitan los bosques
en el desteñido ocaso

quizás algún día
llegue a yacer desnuda
-completamente-
despojada de las lágrimas
que vistieron de negros trajes
a la vida que perseguía
_una estrella
lejana y fulgurante


-y llegará el momento
del vértice del tiempo
al final de los caminos-

allí

encontraré
el paraje añejo y exacto
donde el corazón
sin estación alguna
_corone al fin
con su latido
la victoria sobre el tiempo

Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: ¿Cincuenta y seis? ¡Vaya! Si parece que fue ayer que dije sí a la primavera eterna del primer amor. ¿Cincuenta y seis más? ¡Qué maravilla! Dios es bueno conmigo. Esperando el 23.
Hoy 09 de abril de 2006.

sábado, abril 08, 2006

Se desnuda el alma



Dejo al descubierto mi alma
desnuda como la piel del viento,

con un toque
sutil
fugaz
casi sin ruido,
estremecieron su puerta entreabierta,

sentí por un momento
que venían,
por la esperanza muerta,
la desgarradora tristeza
o por los sueños fracasados,

pero sólo fue un rumor,
un grito ahogado
que llegaba de las obscuras grietas
de la oquedad del tiempo,
una queja áspera y cruel
que vino a turbar
la fe de mi alegría.

Tocaron a la puerta de mi alma,
desnuda como la piel del viento
y una luna ojerosa y menguante
tiñó de gris,
la extensión medrosa
de la sombra que soy
desde que eres…olvido.


Migdalia B. Mansilla r.
Fecha: cuando los ojos ya no se abren a la luz, cuando cada latido es el golpe fiero del adiós.
Abril 06 de 2006