Silenciosamente XIV
no es de extrañar
que un lecho sea de flores,
no es difícil imaginar
los pétalos cayendo
en la orgía del amor.
tampoco escapa,
que si es así,
algo de tumba tendrá
-por el perfume /digo-,
por la muerte lenta
del placer de los orgasmos
y porque al final,
algún no se escape
rendido,
ante la urgencia
de otra muerte
entre espinas atado.
no es de extrañar
no
un no
de santidad,
a pesar de la sangre
derramada.
Migdalia B. Mansilla R.
no es de extrañar
que un lecho sea de flores,
no es difícil imaginar
los pétalos cayendo
en la orgía del amor.
tampoco escapa,
que si es así,
algo de tumba tendrá
-por el perfume /digo-,
por la muerte lenta
del placer de los orgasmos
y porque al final,
algún no se escape
rendido,
ante la urgencia
de otra muerte
entre espinas atado.
no es de extrañar
no
un no
de santidad,
a pesar de la sangre
derramada.
Migdalia B. Mansilla R.
Veinticinco de septiembre de dos mil nueve