jueves, mayo 01, 2008

Devastación


Devastación



Te busqué por debajo de las piedras,
después de haber implosionado todos
los cauces de todos los ríos de la tierra.
Esperé por ti, después de haber arrojado
mis infiernos a las cavidades
profundas del averno.
Creí en tus palabras, como cree el reo
en su libertad inocente y sin fronteras.
Temí por mi vida, temí por la tuya
y aún así, dejamos correr los imposibles.

Hoy, quedan cenizas,
dioses arrojando vómitos,
maldiciones que abrasan la brisa,
la contaminan,
la hacen irrespirable.
Pájaros heridos, alas rotas,
ángeles con rostros deformes
y la devastación que queda,
después de todas las iras.

Ahora, ya puedes estar en paz,
morí el último día en que me negaste tu voz,
me encerraste en un claustro,
sellaste todos los encuentros.

Hoy, sólo queda el recoger el último beso,
que quedó colgado de un te amo, lejano ya.


Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al seguir la ruta del olvido.
Abril 30 de 2008

11 comentarios:

S .M.T dijo...

Una vez más antes de ir a dormir, me deleito leyendo tu bella poesía.

Un beso

Catalina Zentner Levin dijo...

Tu poesía, Migdalia, alcanza picos de altura que estremecen.
Este es uno de los poemas más vibrantes que te he leído.

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Stella, gracias por el tiempo y tus palabras generosas.

Dulces sueños amiga.

Besos,
migdalia

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Catalina, mi agradecimiento por tu comentario a este poema, nacido y escrito de una vez. Así que el sentimiento fue el que dictó la palabra.


Un abrazo,

Migdalia

Anónimo dijo...

Holaaa!!

Me paseé por tus páginas, pero por mucho intenté no logré dejar un comentario.
Así que te lo envío por aquí:

Eso somos los poetas,
voces sensibles
que inventamos mundos
aquí y más allá,
con las pasiones nuestras
de cada día.

Me gustó tu poema,
Judy Allende

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Sigo dejando tu comentario amiga , agradeciendo cada vez.

Besos,
mig

Elisabet Cincotta dijo...

Fuerte este poema. Transitar el olvido es dejar también parte de uno.
besos
Elisabet

Liliana V. dijo...

Sí que me has tocado con estos versos; cuánto dolor hay en ellos Migdalia.
besos
Liliana

Anónimo dijo...

Amor de calabozo

¿Qué nos pasó a los dos?
¿Cómo pude yo ver, en tu amor, calabozo?
¿Por qué se me volvieron tus palabras prisiones?
¿Qué fue lo que impulsó a mis pies que corrieran
desnudos por todos los guijarros,
sin importarme ríos, despeñaderos, cuevas...
sólo queriendo huir de tu abrazo de cepo?

No puedo sentir paz tan lejos de tu cuerpo;
vivir es un morir mil veces al instante,
pero no hay marcha atrás,
tú borraste las huellas,
me dejaste varado a la orilla del cauce,
escondido al final de alguna cueva,
acariciando el beso que se quedó colgado
de ese ultimo “te amo”,
y que tú pretendiste volverlo compromiso
para el que yo no había sido preparado...

Sólo puedo vivir el amor libre,
enredado a tu entraña
y de tu cuerpo preso
pero nunca pretendas que pase por el ara
ni firmar, sonriente, mi cadena perpetua.

javier

Migdalia Beatriz dijo...

Javier, ¿eres acaso Javier Alexander Roa?
Si es es así , cuán agradecida de tu presencia y aún más del regalo de tu hermoso poema.
En mis manos "El amor no tiene tregua", poemario de donde tomé el epígrafe para uno de mis poemas, en Versos Complicados. Y si no lo eres igual d eagrdecida.
Un abrazo,
Migdalia
Habitante de Mérida-Mérida-Venezuela.

Anónimo dijo...

Migdalia, soy javier, el que escribe en el Blog Sueños y Pecados con Maria Teresa Casas. En ese Blog vi la dirección de éste y al leer el poema Devastaación me animé a dejarte un comentario en forma de poema. Un beso

javier